lunes, 30 de enero de 2012

EL SONIDO DE LOS COLORES

Hace unas semanas leí un reportaje en el País Semanal bastante interesante y estremecedor - en el buen sentido de la palabra, si es que lo hay. El reportaje, a modo de entrevista, tiene como título "El ciborg del tercer ojo" y ahondaba en la curiosa vida del británico-español Neil Harbisson, un joven artista que nació con acromatopsia, o sea, que sólo es capaz de ver en blanco y negro. Curioso. Yo jamás había escuchado hablar de esta carencia, o como él mejor lo llama, esta condición visual. Difícil de imaginar para el común de los mortales una vida sin color, me explico; una tarea imposible de entender para nosotros que ya sabemos cómo son los colores y cómo dependemos de ellos en nuestra rutina diaria. Él fue más allá y su espíritu emprendedor le ha llevado a crear un sistema electrónico, "el tercer ojo", que le permite escuchar los colores. Consiste en un sensor de color que traduce las frecuencias del color en frecuencias de sonido que le llegan al cerebro mediante el chip que tiene instalado y le hace presión en el hueso de la nuca, haciendo que dichas frecuencias le lleguen al cerebro. Su "tercer ojo" es parte de su cuerpo, una prótesis que lleva constantemente consigo, incluso en su foto de carné, que ha sido aceptada por el gobierno británico.

Escuchar hablar de esto y sobre el significado que tiene el hecho de que una persona desconozca cómo son los colores me remontó a una maravillosa película que vi hace años, Máscara (Mask), una película de los ochenta protagonizada por Cher, en el personaje de una madre coraje, madre de Rocky, un joven que sufre una malformación severa del cráneo y que le da un aspecto monstruoso. No sé si recordaréis esta película, pero yo la recuerdo muy bien. Hay una escena preciosa donde Rocky, enamorado de una joven ciega, - una jovencísima Laura Dern - le explica cómo son los colores. Su audacia le lleva a transmitirle los colores mediante el tacto, por lo que algo muy frío es el azul, algo un tanto áspero es el verde y algo muy caliente es el rojo. Neil lleva su inteligencia de una forma más exacta quizá. Tal y como él afirma, nosotros recibimos el color en tres propiedades que son la luz, el tono y la saturación, pues él lo recibe por separado, obviamente sí puede recibir la luz a través de sus ojos, pero el tono y la saturación las recibe por su "tercer ojo", el tono en acordes y la saturación mediante el volumen. De esta forma es capaz de combinar de una manera más armónica los colores a la hora de vestirse, si el acorde que producen es equilibrado o no.



Y no me deja de sorprender, ha creado cuadros haciendo la traducción inversa, como el de la foto que se trata de las sinfonías de Mozart transformadas a colores.

Jordi Boldú. Arguineguín, 30 de enero de 2012.